Además, en la cabeza fluyen cantidad de ideas que se podrían plasmar. Y en todos los módulos que imparto.
El haber evaluado a compañeros, también ha hecho que conociera nuevas ideas y sobretodo descubrir fallos cometidos en mi proyecto, o posibles aspectos a mejorar.
El proyecto presentado, en sí no estaría terminado, porque habría que dedicarle un poco más de tiempo a pulirlo, pero la base que debe tener sí que estaría bastante bien.
Una vez vista la evaluación de los compañeros, efectivamente, y como pensaba, la parte que menos valoración recibe el proyecto es la de los recursos. Sabía que iba a ser así y de hecho en mi autoevaluación también lo tuve en cuenta y fue donde menos puntuación establecí.
También me hace reflexionar algún compañero sobre el tiempo que deberían destinar en casa los chicos, pero no es problema, conociendo a los alumnos que tengo en la actualidad. Si que es verdad que esto cambia de un año para otro y en un futuro habrá que ir teniéndolo en cuenta. Bueno, como siempre que empezamos un curso nuevo. Alumnos nuevos, vida nueva.
Falta la parte final de puesta en común, que seguro que será también muy enriquecedora.
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